El neodimio, un elemento químico vital en la producción de imanes fuertes y diversas tecnologías modernas, ha estado en el centro de la atención debido a su relevancia en la industria actual. Este elemento pertenece al grupo de los lantánidos y se encuentra en el grupo de los metales de las tierras raras. El nombre «neodimio» se deriva de las palabras griegas «νέος» (neos) que significa «nuevo» y «δίδυμος» (didymos) que significa «gemelo», en referencia a su similitud con el elemento lantano.

Este metal se destaca principalmente por su uso en la fabricación de imanes extremadamente potentes. Fue aislado por primera vez en 1885 por Carl F. Auer von Welsbach junto con el praseodimio, y su forma pura se presentó en 1925.

A nivel natural, el neodimio solo se encuentra en compuestos químicos asociados con otros lantánidos, principalmente en minerales como la monacita y la bastnasita. La producción mundial de neodimio, con China a la cabeza representando el 97% de la producción, ha generado preocupaciones ambientales significativas. Durante el proceso de extracción, se liberan desechos tóxicos y materiales radiactivos, lo que afecta negativamente la fauna, la flora y las aguas subterráneas, lo que lo convierte en un problema crítico de salud pública.

Otras fuentes explotables de neodimio se encuentran en Australia, lo que plantea la necesidad de diversificar las fuentes de este elemento y minimizar los impactos ambientales.

La recuperación de neodimio implica una serie de procesos complejos, incluyendo la conversión de óxido de neodimio a fluoruro de neodimio, que luego se reduce a neodimio mediante la reacción con calcio. Los residuos de calcio y las impurezas se separan mediante un proceso de refundición al vacío. Aunque en el pasado se utilizaba la electrólisis de Neodymhalogeniden, este método se emplea raramente en la actualidad.

El neodimio encuentra múltiples aplicaciones en la tecnología moderna, destacando su uso en la producción de imanes de neodimio-hierro-boro para dispositivos como tomógrafos de resonancia magnética, motores eléctricos, discos duros, motores lineales, altavoces y auriculares de alta calidad. Aunque estos imanes son más económicos en comparación con los de samario cobalto, son más sensibles al calor.

La producción mundial de neodimio, con China a la cabeza representando el 97% de la producción, ha generado preocupaciones ambientales significativas

Un desarrollo importante relacionado con el neodimio se encuentra en la empresa Hypromag, que extrae y recicla imanes de neodimio de discos duros usados. Su enfoque en la reutilización de este elemento ofrece una solución más ecológica para satisfacer la creciente demanda de tierras raras, especialmente en la producción de vehículos eléctricos. Se espera que en los próximos diez años, Hypromag pueda reciclar una cantidad sustancial de neodimio para cubrir una parte significativa de la demanda en el Reino Unido, que actualmente depende en gran medida de las importaciones de China.

A pesar de los desafíos ambientales asociados con la extracción y producción de tierras raras, existe un impulso internacional para diversificar las fuentes de estos elementos y desarrollar una cadena de suministro más sostenible. Países como Estados Unidos, Reino Unido y la Unión Europea están invirtiendo en iniciativas de reciclaje y minería de tierras raras, buscando reducir la dependencia de China en este mercado estratégico y cumplir con los objetivos de sostenibilidad ambiental y tecnológica. La creación de una industria de reciclaje de tierras raras de alto alcance podría tener un impacto significativo en la economía global y en la mitigación de los impactos ambientales negativos asociados con su producción.